Cuando el rey murió en Ifé, tenía tres hijos, llamados Ashikpagale, Afuwagale y Oshikpeletu, que vivían más allá del río. Después de muerto el padre, los coronadores de reyes fueron en busca de Ashippagale, el hijo mayor, para que comenzara las ceremonias para tomar el cetro del padre. Antes de partir, fue por adivinación con OGBE-SURU, que le aconsejó dar un carnero padre a su Ifá, un chivo a Eshu y que sirviera a su entendimiento (espíritu, inteligencia) con sal y tiza para soportar el pequeño sufrir al que estaba destinado antes de ocupar la corona. Le aconsejó que fuera muy paciente con embarazoso ultimátum que le sería dado en su camino a casa, lo que le agobiaría la paciencia y podía costarle la vida y la corona.
Ashikpagale se incomodó con la adivinación y juró no realizar el sacrificio, porque habiendo sido invitado por los coronadores de reyes, solo sería cuestión de tiempo lo que le tomaría llegar a ser el nuevo rey, siendo el hijo mayor de su padre. Él invitó a su esposa y partieron enseguida para Ifé. Al llegar al río Omo, tuvieron que tomar una canoa para pasarlo. En medio de la travesía, el remero le dijo al Príncipe que él lo transportaba hacia la gloria y no sabía que recompensa le daría por esto.
Ashikpagale se incomodó con la adivinación y juró no realizar el sacrificio, porque habiendo sido invitado por los coronadores de reyes, solo sería cuestión de tiempo lo que le tomaría llegar a ser el nuevo rey, siendo el hijo mayor de su padre. Él invitó a su esposa y partieron enseguida para Ifé. Al llegar al río Omo, tuvieron que tomar una canoa para pasarlo. En medio de la travesía, el remero le dijo al Príncipe que él lo transportaba hacia la gloria y no sabía que recompensa le daría por esto.
Ashikpagale le dijo que después de ser coronado rey le daría su recompensa. El remero insistió y Ashikpagale le preguntó que era lo que quería. El remero le contestó que quería hacerle el amor a su esposa. Ashikpagale reaccionó, acusando al remero por blasfemia, la cual se paga con la vida. Entonces el remero viró la canoa, tratando de ahogar a todos en el medio del río. Luego nadó y rescató a la esposa del príncipe heredero, para llevarla a su casa y hacerla su esposa.
Llegaron a Ifé noticias de que el Príncipe heredero había muerto en el río Omo y rápidamente mandaron a buscar a su hermano Afuwagale quien, sin saber como había muerto su hermano, murió de la misma forma, por no hacer el sacrificio ni tener la paciencia requerida.
Por último, los coronadores de reyes mandaron a buscar al hijo menor, Oshikpeletu, que se preguntaba que habría sucedido a sus hermanos. Los mensajeros lo fueron a buscar sin decirle el motivo, para que los acompañara a Ifé. Él los invitó a comer y mientras ellos comían fue a casa de OGBE-SURU por adivinación. OGBE-SURU le dijo que sus hermanos ya no existían y que lo mandaban a buscar para ocupar el trono que sus dos hermanos no pudieron ocupar. Le aconsejó hacer sacrificio con dos esteras (ejiko en Yoruba o Aghen en Benin), 2 gallos, 2 palomas, un arma de fuego, un cuchillo, un machete y maíz frito. Él hizo el sacrificio rápidamente. Después de eso, OGBE- SURU le dio la mitad del maíz frito y una de las esteras para que se la llevara en su viaje. También le aconsejó que se aguantara ante cualquier posible maltrato que fuera a recibir mientras cruzaba el río. Le dijo que fuera paciente y que no permitiera que ninguna sugerencia vulgar lo pu-siera fuera de control. Regresó a la casa y, después de comer los invitados, entraron en la canoa y partieron.
En medio del camino, el remero le pidió que le dejara tener relaciones sexuales con su esposa. Él estuvo de acuerdo al momento. Mientras realizaban el acto, los tapo con la estera que llevaba en sus manos y masticó el maíz, recordando en refrán que dice: "El que mastica maíz no escucha lo que sucede a su alrededor".Los dos navegantes le hicieron el amor a su esposa turnándose, antes de que el viaje terminara. Al bajarse de la canoa, le agradeció a los marineros y no mostró ningún enfado. El no le mencionó el incidente a nadie.
Después de llegar, fue coronado. Ya coronado de una vez, invitó a los marinos al palacio. Los jefes del Obá se reunieron para mostrarle sus respetos al rey, como la tradición lo mandaba. Una vez reunidos todos, el rey preguntó: ¿Cuál es la recompensa que se da en respuesta a un buen gesto o acción, tradicionalmente? Los consejeros y jefes le dijeron: "Mi señor, la bondad produce gratitud, así como bien con bien se paga". Entonces el rey informó que fue la magnanimidad y bondad de los marinos lo que había posibilitado su coronación, los nombró jefes para agradecerles. Luego les dijo que tenía que hacerles una petición más: nombró a dos candidatos para que los marinos los entrenaran en la natación y el buceo, para que fueran capaces de llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate dentro del río. Los marinos le agradecieron y aceptaron la misión.
Antes del primer aniversario de la coronación, los dos marinos habían llegado a convertirse en dos grandes expertos buzos. En el palacio fueron nombrados marineros reales. Al año de la coronación, se volvieron a reunir los jefes y consejeros para rendirle los tradicionales respetos al rey. Los dos marinos, a los que se le habían conferido títulos de jefatura, también estaban presentes.
Llegaron a Ifé noticias de que el Príncipe heredero había muerto en el río Omo y rápidamente mandaron a buscar a su hermano Afuwagale quien, sin saber como había muerto su hermano, murió de la misma forma, por no hacer el sacrificio ni tener la paciencia requerida.
Por último, los coronadores de reyes mandaron a buscar al hijo menor, Oshikpeletu, que se preguntaba que habría sucedido a sus hermanos. Los mensajeros lo fueron a buscar sin decirle el motivo, para que los acompañara a Ifé. Él los invitó a comer y mientras ellos comían fue a casa de OGBE-SURU por adivinación. OGBE-SURU le dijo que sus hermanos ya no existían y que lo mandaban a buscar para ocupar el trono que sus dos hermanos no pudieron ocupar. Le aconsejó hacer sacrificio con dos esteras (ejiko en Yoruba o Aghen en Benin), 2 gallos, 2 palomas, un arma de fuego, un cuchillo, un machete y maíz frito. Él hizo el sacrificio rápidamente. Después de eso, OGBE- SURU le dio la mitad del maíz frito y una de las esteras para que se la llevara en su viaje. También le aconsejó que se aguantara ante cualquier posible maltrato que fuera a recibir mientras cruzaba el río. Le dijo que fuera paciente y que no permitiera que ninguna sugerencia vulgar lo pu-siera fuera de control. Regresó a la casa y, después de comer los invitados, entraron en la canoa y partieron.
En medio del camino, el remero le pidió que le dejara tener relaciones sexuales con su esposa. Él estuvo de acuerdo al momento. Mientras realizaban el acto, los tapo con la estera que llevaba en sus manos y masticó el maíz, recordando en refrán que dice: "El que mastica maíz no escucha lo que sucede a su alrededor".Los dos navegantes le hicieron el amor a su esposa turnándose, antes de que el viaje terminara. Al bajarse de la canoa, le agradeció a los marineros y no mostró ningún enfado. El no le mencionó el incidente a nadie.
Después de llegar, fue coronado. Ya coronado de una vez, invitó a los marinos al palacio. Los jefes del Obá se reunieron para mostrarle sus respetos al rey, como la tradición lo mandaba. Una vez reunidos todos, el rey preguntó: ¿Cuál es la recompensa que se da en respuesta a un buen gesto o acción, tradicionalmente? Los consejeros y jefes le dijeron: "Mi señor, la bondad produce gratitud, así como bien con bien se paga". Entonces el rey informó que fue la magnanimidad y bondad de los marinos lo que había posibilitado su coronación, los nombró jefes para agradecerles. Luego les dijo que tenía que hacerles una petición más: nombró a dos candidatos para que los marinos los entrenaran en la natación y el buceo, para que fueran capaces de llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate dentro del río. Los marinos le agradecieron y aceptaron la misión.
Antes del primer aniversario de la coronación, los dos marinos habían llegado a convertirse en dos grandes expertos buzos. En el palacio fueron nombrados marineros reales. Al año de la coronación, se volvieron a reunir los jefes y consejeros para rendirle los tradicionales respetos al rey. Los dos marinos, a los que se le habían conferido títulos de jefatura, también estaban presentes.
En cuanto todos estuvieron reunidos, el Obá hizo otra inofensiva pregunta: ¿Cuál es el hecho con el que se debe retribuir a una persona que ha hecho algo perverso contra otra? Los consejeros y jefes dijeron unánimemente: "Larga vida tenga el rey, esto merece un castigo, así como un mal con un mal se paga". Entonces el rey le pidió a los dos marineros jefes que contaran lo que habían hecho a él y a su esposa en el último viaje que tuvieron antes de la coronación. Pero estos solo pudieron pedir clemencia y perdón.
Entonces el Obá contó como ellos habían abusado de él cuando se encontraba entre la espada y la pared y añadió que sus hermanos mayores habían perdido sus vidas por la misma razón. Terminó pidiendo a los jefes que pronunciaran un adecuado castigo para aquel acto perverso. Estos decidieron que el castigo era la pena de muerte.
En cuanto se pronunció el veredicto, los dos marineros hicieron como que avanzaban para arrepentirse y rendirse. Pero huyeron, lanzándose al río. En esos momentos, el Obá le ordenó a los marinos adiestrados que los persiguieran, pues aquél era el motivo del entrenamiento recibido.
Secuestraron a los malhechores y los decapitaron en cuanto subieron a la superficie, para sacrificio de la madre Tierra y de Ogún, la divinidad del hierro. Concluidas las ceremonias, los jefes se dieron cuentas de la causa de la muerte de los hermanos del rey, suponiendo que habían muerto porque no permitieron que sus esposas fueran deshonradas.
Cuando este Odu sale en la adivinación para una persona que aspira lograr altos objetivos, se le aconsejará a la persona que cultive paciencia y dominio propio, porque cualquiera que sea el sufrimiento humano al que está expuesto es probable que no dure más que la hora más oscura de la noche, que es justamente antes del amanecer del nuevo día. Debe hacer el mismo sacrificio que Oshikpeletu. Cuando el Odu sale en Igbodun, se le aconseja no caer en tentaciones de mujeres, o por medi
o de ellas, si es que desea vivir mucho tiempo. No debe beber ningún tipo de vino de palma.Entonces el Obá contó como ellos habían abusado de él cuando se encontraba entre la espada y la pared y añadió que sus hermanos mayores habían perdido sus vidas por la misma razón. Terminó pidiendo a los jefes que pronunciaran un adecuado castigo para aquel acto perverso. Estos decidieron que el castigo era la pena de muerte.
En cuanto se pronunció el veredicto, los dos marineros hicieron como que avanzaban para arrepentirse y rendirse. Pero huyeron, lanzándose al río. En esos momentos, el Obá le ordenó a los marinos adiestrados que los persiguieran, pues aquél era el motivo del entrenamiento recibido.
Secuestraron a los malhechores y los decapitaron en cuanto subieron a la superficie, para sacrificio de la madre Tierra y de Ogún, la divinidad del hierro. Concluidas las ceremonias, los jefes se dieron cuentas de la causa de la muerte de los hermanos del rey, suponiendo que habían muerto porque no permitieron que sus esposas fueran deshonradas.
Cuando este Odu sale en la adivinación para una persona que aspira lograr altos objetivos, se le aconsejará a la persona que cultive paciencia y dominio propio, porque cualquiera que sea el sufrimiento humano al que está expuesto es probable que no dure más que la hora más oscura de la noche, que es justamente antes del amanecer del nuevo día. Debe hacer el mismo sacrificio que Oshikpeletu. Cuando el Odu sale en Igbodun, se le aconseja no caer en tentaciones de mujeres, o por medi
Reflexion: saludos feliz lunes en este odun de ifa ogbe yono nos enseña varias cosas una de ellas es que aunque aveces creamos que algo nos corresponde por herencia si no estamos en el ebbo todo eso se puede tornar en una gran pesadilla lo otro seria que orunmila nos enseña que las mujeres ajenas se respetan si no lo haces no se queje de su mala suerte que hasta lo puede pagar con su misma vida de eso hay mil historias y lo mas importante de todo es la virtud de la paciencia la calma y poco a poco prepararnos para cuando llegue el momento tomar la decisión mas acertada y apartarnos cortar y eliminar todo aquello que nos causo o nos causa daños yo entiendo que hay cosas o situaciones que nos causan desespero es verdad pero esa misma rabia NO nos deja pensar con claridad para saber si estamos haciendo lo debido lo correcto esto nos enseña algo muy duro de digerir pero es la VERDADERA ENSEÑANZA QUE NOS REVELA IFA, hay momentos en la vida que debemos bajar la cabeza y nos ven como bobos o pendejos y nos calamos la ofensa pero ifa nos indica que no es el momento que no estamos preparado aun y es alli cuando nos VESTIMOS DE CALMA Y NOS PREPARAMOS y como buen torero esperando el momento ideal para dar la estocada ifa nos enseña que aunque nos vean tonto tonto no somos y que la ofensa y la honra de cobra o se paga con la vida ache to y ban echu
Dice Orula a traves del signo Ogbe Yono, la importancia de cultivar la paciencia en nuestras vidas actualmente, nuestras vidas se desarrollan a un ritmo acelerado. A tal punto que todo pasa por hacer y llegar con rapidez, también para resolver nuestros asuntos personales y del trabajo, surgiendo muchas veces roces con personas que a lo mejor pudiéramos evitar.Lo que ocurre es que todo lo que queremos tiene que ser “¡para ya!”, ocasionando que nuestra vida cotidiana no tenga sensatez y uno sea menos amable hacia los demás. Tal es así, que todos estamos inmersos en una época denominada “prisa”.
Dice Orula a traves del signo Ogbe Yono, la importancia de cultivar la paciencia en nuestras vidas actualmente, nuestras vidas se desarrollan a un ritmo acelerado. A tal punto que todo pasa por hacer y llegar con rapidez, también para resolver nuestros asuntos personales y del trabajo, surgiendo muchas veces roces con personas que a lo mejor pudiéramos evitar.Lo que ocurre es que todo lo que queremos tiene que ser “¡para ya!”, ocasionando que nuestra vida cotidiana no tenga sensatez y uno sea menos amable hacia los demás. Tal es así, que todos estamos inmersos en una época denominada “prisa”.
Aquí debemos detenernos y pensar un poco sobre el valor de la
paciencia, ya que si no, nos sentiremos cada vez más molestos con esa
carrera que llevamos, que es nuestra propia vida, y que es única.
La paciencia es el valor que nos hace como personas: tolerar, comprender, padecer y soportar los contra tiempos y las advertencias con fortaleza y por ende sin lamentos; esto es posible porque uno aprende a actuar acorde a cada circunstancia, moderando las palabras y la conducta en esos momentos.
La paciencia es un rasgo de carácter que nos permite pasar por situaciones caóticas sin derrumbarnos, nos permite educar a nuestros hijos sin gritos y aceptar a los compañeros de trabajo sin deprimirnos, entre muchas otras cosas.
La paciencia es la riqueza de un pobre con mucho que hacer
La paciencia es el valor que nos hace como personas: tolerar, comprender, padecer y soportar los contra tiempos y las advertencias con fortaleza y por ende sin lamentos; esto es posible porque uno aprende a actuar acorde a cada circunstancia, moderando las palabras y la conducta en esos momentos.
La paciencia es un rasgo de carácter que nos permite pasar por situaciones caóticas sin derrumbarnos, nos permite educar a nuestros hijos sin gritos y aceptar a los compañeros de trabajo sin deprimirnos, entre muchas otras cosas.
La paciencia es la riqueza de un pobre con mucho que hacer
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